sábado, 22 de diciembre de 2007

BLAS MARTINEZ RIERA: El Petizo de Oro del Bandoneón



Dentro de la interminable lista de bandoneonístas que se destacaron en la ejecución de ese instrumento, cada uno se ganó el bien merecido reconocimiento, y en algunos casos, los motes con los que pasaron a la inmortalidad. Tal el caso de Don Isaco Abitbol, a quien apodaron el Patriarca del Chamamé. Tránsito Cocomarola el Taita del Chamamé y así la lista continúa.
En esta oportunidad, nos honramos en recordar la figura de un misionero. Pues es bien sabido que el chamamé, aunque representativo de Corrientes, abraza una importante porción del país, y en aquellas provincias vecinas, también nacieron auténticos cultores de esta música secular.
Blas Martínez Riera, Blasito, el popularmente conocido como Petizo de Oro del Bandoneón, nació en la ciudad de Posadas provincia de Misiones el 16 de septiembre de 1936, más precisamente en el Barrio Villa Sarita.
Siempre dijo que por su sangre corrían vertientes de dos razas claramente definidas, lo que a la larga forjaron su modo de ser.
Su madre Julia Riera, había nacido en Matto Grosso, Brasil mientras que su padre Julio Martínez, nació en la República del Paraguay.
Blasito comenzó desde muy joven a estudiar la música. Es el menor de una familia dedicada íntegramente a la música. Su padre tocaba varios instrumentos: arpa, guitarra, bandoneón y tenía una academia en la ciudad de Posadas.
Su hermano Ignacio fue concertista de piano y por último Gregorio, profesor de bandoneón.
A los ocho años Blas tuvo por primera vez en sus manos un bandoneón. Su padre fue su primer maestro, y con muchas ganas de seguir un camino musiquero se incorporó al trío “Ipú-Porá”, que significa “sueño lindo”.
Pasado los años se traslada a la provincia de Buenos Aires donde conoce a Pirca Rojas con el cual integra su “Embajada fiesta en el rancho” en la localidad de Lanus.
También participa en la Embajada de Polito Castillo y graba con todos ellos.

Consagración definitiva
Si bien los méritos son propios, innatos, no se puede obviar que Blasito logró su máxima consagración junto al Señor del Acordeón Don Ernesto Montiel.
Estuvo integrando el Cuarteto Santa Ana por más de una década, hasta que llegó el momento e salir a volar con su propio nombre.
En el año 1968 forma su propio grupo con Ramón José Barrientos, los Hermanos Cavia de Misiones, Víctor Paiva, Cacho Saucedo y Tilo Escobar.
Grabó casi cuarenta discos entre simples y de larga duración.
Compuso con Cocomarola y Montiel. También junto a Osvaldo Sosa Cordero con el cual realizó dos obras. Fue un renovador dentro de la música del litoral siempre en busca de nuevos matices y modalidades que jerarquizaran el folklore de esta región.

Sus obras
Una de las más trascendentes la comparte con Ernesto Montiel, la Polca El Tero, luego podemos mencionar clásicas composiciones como "Quiero Morir en mi Pago", "Sentimiento a un Amigo", "Estoy Quemando la tarde",

Maestro chamamecero
Los últimos años de su vida los dedicó a enseñar en su academia CORRIENTES, junto a Tilo Escobar. De allí surgieron nuevos valores que más tarde fueron consagrados por el gusto popular.
Alejado de los escenarios, en los años noventa regresa con una producción discográfica titulada “Aquí estoy de vuelta” donde brinda un homenaje a dos figuras entrañables, Ernesto Montiel y a Osvaldo Sosa Cordero.
La muerte lo sorprendió repentinamente en su domicilio de la localidad de Avellaneda un 18 de febrero del año 2002.
En la actualidad, sus hijos Blas y Ernesto, los gemelos, continúan manteniendo viva la llama del recuerdo en cada escenario y grabaciones conformando el Blas Martínez Riega Grupo.

No hay comentarios: