Nacido en la localidad de Mburucuyá un 15 de diciembre del año 1926 en nuestra provincia de Corrientes, el cantautor Salvador Miqueri se constituyó con el correr de los años en un auténtico exponente del Chamamé nostálgico, romántico y con sobresaliente tinte poético.
Su triple condición de poeta, compositor de melodías e intérprete chamamecero lo ubica en un lugar privilegiado en la larga lista de creadores de nuestra región.
Sus primeros pasos musicales los realiza con el «Trío Pasionaria», junto al bandoneón de su primo Tito Miqueri recientemente fallecido, allá por los años 1948 y 1949. Luego se integra al conjunto del bandoneonista Eustaquio Miño y «Los gauchos de Mburucuyá», donde conoce a quien más tarde sería su compañero de tantos éxitos; Eustaquio «Nene» Vera, cantor y guitarrero con el que conforma el dúo de voces que los conducirá a una fama singular promediando el año 1950.
Posteriormente ya conformado el Dúo Vera-Lucero pasan a integrar el conjunto de Tránsito Cocomarola a partir de marzo de 1951. Allí se cumple una etapa discográfica y
de múltiples actuaciones por todo el país con un éxito realmente inusitado. Con Cocomarola, el dúo alcanza un nivel de popularidad extraordinario. Actúan hasta
el año 1956.
Ídolos indiscutibles del cancionero correntino se desvinculan de Cocomarola e inician la formación de su propia agrupación musical.
Primero con «Tito» Miqueri en bandoneón, Fortunato Fernández en acordeón y el
Dúo Vera-Lucero en voces y guitarras. Graban en 1958 en el sello discográfico «T.K». En el año 1960 se incorpora Norberto Gómez en acordeón y un año más tarde Avelino Flores en bandoneón. Cuando Arcadio Argentino Flores reemplaza en acordeón a Norberto Gómez graban en el sello Odeón discos de larga duración que son el testimonio de una «época dorada» del chamamé, donde reúnen sus más aclamados éxitos.
Un silencio musical se extiende desde 1964 hasta 1969, año en que aquel dúo «Vera-Lucero» integra nuevamente el conjunto deCocomarola, actuando en Buenos Aires y algunos centros bailables de varias provincias, pero lamentablemente no llegan a grabar.
Diez años después, en 1979, reaparece el «Dúo Vera-Lucero», junto a Avelino Flores en bandoneón y Manuel Zbinden en acordeón actúan y graban un disco de larga duración titulado «Mi última Flor» en el año 1981. Fue la última grabación del dúo, pues Eustaquio Vera fallece tiempo después.
Pero la producción musical de Salvador Miqueri continúa y con el conjunto, que comparte en la dirección musical don Avelino Flores, vuelven a dejar algunas placas discográficas, tales como «Solo Rumores» y al cumplir 40 años de actuación artística un trabajo titulado «Sin rencores ni reproches», donde continúa el bandoneón de Avelino Flores y Manuel Zbinden en acordeón pero se incorpora la voz de su hijo Gustavo Miqueri, digno heredero de un virtuosismo vocal de gran calidad.
Más de 45 años de actuación con los «Grandes» del Chamamé: Eustaquio Miño, Tránsito Cocomarola, Avelino Flores, entre otros, nos permite señalar que en su trayectoria artística Salvador Miqueri fue abriendo nuevos caminos en la música tradicional correntina.
Este año se realizaron varios homenajes a este gran creador de nuestro cancionero correntino, ha sido declarado el año de Salvador Miqueri.
Afortunadamente, los homenajes llegaron para que sienta y viva el reconocimiento
del pueblo correntino hacia su más noble artista.
Su triple condición de poeta, compositor de melodías e intérprete chamamecero lo ubica en un lugar privilegiado en la larga lista de creadores de nuestra región.
Sus primeros pasos musicales los realiza con el «Trío Pasionaria», junto al bandoneón de su primo Tito Miqueri recientemente fallecido, allá por los años 1948 y 1949. Luego se integra al conjunto del bandoneonista Eustaquio Miño y «Los gauchos de Mburucuyá», donde conoce a quien más tarde sería su compañero de tantos éxitos; Eustaquio «Nene» Vera, cantor y guitarrero con el que conforma el dúo de voces que los conducirá a una fama singular promediando el año 1950.
Posteriormente ya conformado el Dúo Vera-Lucero pasan a integrar el conjunto de Tránsito Cocomarola a partir de marzo de 1951. Allí se cumple una etapa discográfica y
de múltiples actuaciones por todo el país con un éxito realmente inusitado. Con Cocomarola, el dúo alcanza un nivel de popularidad extraordinario. Actúan hasta
el año 1956.
Ídolos indiscutibles del cancionero correntino se desvinculan de Cocomarola e inician la formación de su propia agrupación musical.
Primero con «Tito» Miqueri en bandoneón, Fortunato Fernández en acordeón y el
Dúo Vera-Lucero en voces y guitarras. Graban en 1958 en el sello discográfico «T.K». En el año 1960 se incorpora Norberto Gómez en acordeón y un año más tarde Avelino Flores en bandoneón. Cuando Arcadio Argentino Flores reemplaza en acordeón a Norberto Gómez graban en el sello Odeón discos de larga duración que son el testimonio de una «época dorada» del chamamé, donde reúnen sus más aclamados éxitos.
Un silencio musical se extiende desde 1964 hasta 1969, año en que aquel dúo «Vera-Lucero» integra nuevamente el conjunto deCocomarola, actuando en Buenos Aires y algunos centros bailables de varias provincias, pero lamentablemente no llegan a grabar.
Diez años después, en 1979, reaparece el «Dúo Vera-Lucero», junto a Avelino Flores en bandoneón y Manuel Zbinden en acordeón actúan y graban un disco de larga duración titulado «Mi última Flor» en el año 1981. Fue la última grabación del dúo, pues Eustaquio Vera fallece tiempo después.
Pero la producción musical de Salvador Miqueri continúa y con el conjunto, que comparte en la dirección musical don Avelino Flores, vuelven a dejar algunas placas discográficas, tales como «Solo Rumores» y al cumplir 40 años de actuación artística un trabajo titulado «Sin rencores ni reproches», donde continúa el bandoneón de Avelino Flores y Manuel Zbinden en acordeón pero se incorpora la voz de su hijo Gustavo Miqueri, digno heredero de un virtuosismo vocal de gran calidad.
Más de 45 años de actuación con los «Grandes» del Chamamé: Eustaquio Miño, Tránsito Cocomarola, Avelino Flores, entre otros, nos permite señalar que en su trayectoria artística Salvador Miqueri fue abriendo nuevos caminos en la música tradicional correntina.
Este año se realizaron varios homenajes a este gran creador de nuestro cancionero correntino, ha sido declarado el año de Salvador Miqueri.
Afortunadamente, los homenajes llegaron para que sienta y viva el reconocimiento
del pueblo correntino hacia su más noble artista.
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